La carpintería metálica es una opción ideal para tus puertas, ventanas, rejas o cualquier otro tipo de estructura, especialmente si estás buscando materiales de alta resistencia, durabilidad y bajo mantenimiento.
El aluminio, en particular, destaca por su resistencia a la humedad, lo que lo convierte en una opción perfecta para exteriores, incluso en climas adversos. Sin embargo, es importante realizar un mantenimiento regular y básico para evitar desgastes y prolongar la vida útil. De esta manera, tu carpintería de aluminio se mantendrá en óptimas condiciones durante muchos años.
Consejos para el mantenimiento de carpintería de aluminio
Limpieza regular
La limpieza es uno de los cuidados más sencillos y efectivos para mantener la carpintería metálica de aluminio en buen estado. Las puertas y ventanas de aluminio están siempre expuestas a elementos externos como polvo, humedad y residuos que pueden causar desgaste y daños con el tiempo, además de afectar a la apariencia del material. Esto es especialmente importante en zonas industriales y urbanas, donde hay una mayor acumulación de partículas contaminantes.
Para limpiar tu carpintería metálica correctamente debes:
-
Usar un paño suave para retirar el polvo. Si hay mucha acumulación de suciedad, añade agua tibia con un jabón neutro.
-
Secar después de la limpieza para evitar manchas causadas por el agua.
-
Importante evitar limpiadores abrasivos o ácidos, que puedan dañar el acabado de tu carpintería.
Dependiendo del acabado de tu carpintería metálica, sigue estos pasos específicos:
-
Lacado: limpiar con agua tibia y jabón neutro es suficiente.
-
Anodizado: se debe acompañar la limpieza de un desengrasante suave.
Protección contra la corrosión
Los herrajes, bisagras y cerraduras en la carpintería de aluminio también necesitan de atención para que tengan el mejor funcionamiento. Al ser elementos de uso diario, es recomendable darles un mantenimiento especial para prolongar su vida útil y prevenir futuros problemas.
-
Lubricación: usa un lubricante en aerosol en bisagras y mecanismos de apertura. Hacer esto una vez al año evita desgastes y chirridos.
-
Revisión de cerraduras: si alguna cerradura está dura, usa un lubricante adecuado y evita forzarla.
-
Fijación de tornillos: asegúrate de que los tornillos o fijaciones estén bien ajustados para mantener la estabilidad de las estructuras.
Protección contra la corrosión
La corrosión es uno de los problemas más comunes de la carpintería de aluminio, especialmente en zonas con alta humedad o cercanas al mar, pero no tiene por qué ser motivo de preocupación si se realiza un buen mantenimiento.
Para evitar la corrosión en estructuras metálicas se puede aplicar una capa de pintura protectora o un esmalte antioxidante para crear una barrera protectora contra la humedad y utilizar productos anticorrosivos para proteger el metal. Todos estos productos son fáciles de aplicar y te darán la protección contra la humedad que necesitas.
Inspecciones regulares
Las inspecciones periódicas te ayudarán a identificar cualquier pequeño problema antes de que se convierta en un daño mayor que requiera de más trabajo y presupuesto para solucionarlo.
Algunos elementos a examinar son el estado de la pintura, las juntas y los mecanismos de movimiento. Estando pendiente se puede detectar a lo mejor algún desgaste o deterioro que pueda resolverse de manera sencilla.
Aluminios Mahía: expertos en carpintería de aluminio
En Aluminios Mahía contamos con una amplia experiencia en la fabricación e instalación de carpintería de aluminio. Nuestro equipo de profesionales puede ofrecerte soluciones duraderas y estéticas, siempre asegurándonos de que cada instalación cuente con la máxima resistencia y seguridad.
Si buscas una carpintería metálica de confianza, puedes contactar con nosotros.